
donde el sol del mediodía no quema,
donde las noches de luna llena
no te hacen llorar
No sé por qué esa necesidad
de viajar tan lejos de la realidad,
poniéndote una careta en el corazón
pretendes olvidar
Pero te advierto que este tren consejero,
que no sabe lo que es mirar atrás,
me ha dicho que en tu estación no va a parar.